sábado, 23 de mayo de 2009

MANEJO DEL TIEMPO COMO EXPRESION DEL RESPETO POR LOS OTROS


En términos físicos el tiempo se define como una magnitud que mide la separación de acontecimientos sujetos a cambio¹.
Hablamos de tiempo constantemente; pero, ¿qué tan posible es manejarlo?, expresiones como todo a su debido tiempo suelen escucharse con cierta regularidad, pero ¿somos realmente dueños del tiempo?, lo cierto es que ante una afirmación positiva de ello surgiría otro interrogante y es ¿hasta que punto somos dueños del tiempo?
Administrar el tiempo no es tarea fácil, podemos organizar un horario para actividades de trabajo, estudio, ocio; pero ello en muchas ocasiones puede cumplirse como puede que no. La externalidad o los imprevistos pueden modificar y alterar cualquier orden o plan que se ha diseñado; en estos casos no es aplicable el ceteris paribus de la economía, para la que todo lo demás permanece constante.
Las características de la vida motivada por el afán y múltiples compromisos que adquirimos, los trancones etc. pueden entorpecer ese orden, llegar tarde a clase 5,10 ó 15 minutos, puede ser normal a mi parecer en determinados casos. El problema está cuando han transcurrido alrededor de 30 minutos e incluso 1 hora sumado a que las obligaciones que para ese día se tenían no se cumplen.
Con relación al respeto, “Se define como el reconocimiento de que algo o alguien tiene valor. Consiste pues, en valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión”; por ello se puede deducir que la responsabilidad y el respeto van de la mano; en la medida en que doy importancia a los deberes y obligaciones que se me han asignado estoy valorando el tiempo, la dedicación y la formación que estoy recibiendo. O acaso ¿cuál es nuestra reacción cuando alguien que tiene un compromiso nos falla?

¹ “Tiempo” Wikipedia conceptos fundamentales de la física/metrología.
² “respeto” Wikipedia categoría/cultura.

Toda esta situación me hace recordar que no es la primera ves que me ocurre algo así y si bien la externalidad y los imprevistos se pueden presentar, nos vamos acostumbrando a ello y sencillamente a todo encontramos una excusa; generalmente o en la mayoría de los casos injustificables o que no son argumentos válidos, para lo que esta ocurriendo.
Esa constante que inicio en la universidad, se traslada al trabajo y a muchos otros espacios o campos en que interactuamos, son ellos malos hábitos que empezamos a ver como algo normal y que se convierte en parte de nuestra vida, como aquello que se desarrolla en la medida que crecemos y permanece siempre con nosotros. Esa es la actitud que se va asumiendo, creemos que siempre los demás deben ajustarse a nuestras condiciones, y si bien pienso que el tiempo no se puede controlar del todo podemos aportar y hacer las cosas más manejables. Entonces si se que hay trancón porque no levantarme más temprano y no esperar estar en él, para madrear mentalmente al conductor quien solo cumple con su labor; aunque en ocasiones sean ellos la causa del trancón. Sí, así es, no falta el conductor de servicio público aficionado a la formula 1(f1) ó nascar que en el circuito caleño termine estrellado con sanción de guarda por demás y como génesis u origen del caos vehicular. Y eso si, con el respeto que muchos de ellos se merecen si es que él guarda de tránsito no está durmiendo en una cafetería, al frente del terminal de transporte siendo este un agravante más de la situación.
De todo esto podemos decir que en la medida en que reconocemos nuestros desaciertos, damos un primer paso para dejar de justificar lo injustificable y asumir, nuestro compromiso consigo mismo y con los demás.

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